Por: Samael C. Soza
El genoma humano se parece más al del orangután que al del chimpancé, asegura un estudio de la Universidad Aarhus de Dinamarca.
Por genoma se entiende la totalidad de información genética que poseen las células de un organismo en particular, y su secuencia o disposición.
Aunque compartimos al 99% genes con el chimpancé, porque partimos de una especie común, ésta se habría separado hace 14 millones de años de la del orangután, mientras que los chimpancés lo hicieron hace seis millones de años.
La separación de una población ante un ancestro hace que la variación genética cambie a la medida que la misma diverge, dando paso a dos tipos de especies distintas.
Los humanos, chimpancés y orangutanes tienen un pariente en común y es posible que cuenten con variaciones genéticas que se perdieron posteriormente en primates más cercanos.
La evidencia hallada sugiere que los humanos y los chimpancés ancestrales tenían una gran variedad genética, en comparación con la que se produjo una vez que se separaron de los chimpancés, donde se observa una disminución de la misma y no se registra tanta variación.
A medida que los descendientes de la línea de evolución de los humanos comenzaron a renovarse entre especie y especie, la variación genética de los ancestros desapareció del genoma y fue sustituida por una nueva variación, por eso, se descubrió que había grandes diferencias genética incluso entre miembros de la misma especie.
